domingo, enero 14, 2007

África y Babumbu

Cuando yo, niña Cleo, nací, allá, jajaja, en el año 1963, un 6 de diciembre para ser más exacta, Freya Stark, tenía 70 años de edad, incansable viajera y escritora. Una de las siete virtudes cardinales del viajero según Freya y para mí la más importante, es tener tan buen humor y tanta calma al final del día, ya en el crepúsculo, como al inicio del día, en el amanecer de cada alba. Estamos aterrizando en el aeropuerto de Tanzania, y la emoción me recorre todo el cuerpo, como toda la sangre que va circulando por mis venas hasta llegar a mi corazón palpitante, como el tuyo, tac-tac, tac-tac. Que belleza cuando el corazón nos palpita fuerte y luego va descendiendo la palpitación, conforme desciende la emoción, eso que sentimos tantas veces y tan a menudo, y siempre cargado de un sentimiento. Siempre que viaja a Tanzania papá, en vez de ir a un lujoso hotel preparado para los turistas, se instala entre la tribu de los Masais, y así lo hemos hecho, esta vez nos acompaña Estrella, una azafata muy amiga de papá. Estrella es muy simpática y siempre le sonríe a papá, le llama comandante incluso fuera del avión, a papá le encanta eso, yo se lo noto...... y para mí, siempre tiene en el bolsillo alguna chucheria de esas plastificadas con las que aprecian los tripulantes a los pasajeros, pero a mí me resulta muy plastificada esta Estrella, su sonrisa es plastificada, sus azules pupilas son plastificadas, las uñas de sus manos son plastificadas, y hasta las tetas las tiene plastificadas, no me gustaría nada tocárselas, y también es plastificada cuando llama a papá comandante. Y yo le pregunto.

- Oye Estrella, a ti cómo te gustan los hombres.
- Pues que brillen mucho Cleo, tu me entiendes no?
- A ver explícate mejor.
- Yo como te lo diría poéticamente, busco un hombre plastificado, resistente a la atmósfera y sus consecuencias, me gusta el plástico sabes....soy muy aséptica yo.
- Me parece que a ti Estrella lo que te gustan son los muñecos de goma, geypermanes plastificados, perdóname que te diga
- Ay, jajajaja, Cleo, Cleo.... cómo es tu niña comandante.


Babumbu, que es el encantador jefe de la tribu Masai, nos ha instalado a los tres en una chocita encantadora, disponemos de un baño con bañera, un lavamanos con jarra y espejo, y un retrete muy raro que es realmente como un orinal. La Estrella ésta lo lleva de un lado para otro como si se lo fuéramos a quitar, fíjate tú, que reliquia, pero la verdad es que esta niña debe tener meningitis o algo, porque no cesa de utilizarlo. También la chocita dispone de dos preciosas habitaciones, con sus camas con doseles de seda para protegernos de la mosca Tse-Tsé. Yo tengo mucho miedo de que me pique y me entre ese sueño inacabable del que todos hablan, pero Babumbu me ha dicho que no debo preocuparme porque él ha matado a todas. Que alivio. Todos los muebles y mueblecitos de la chocita están hechos a mano dice papá, y la verdad es que están hechos con una perfección y un arte exquisitos. Hemos salido a cenar a una terraza cubierta que hace de restaurante, donde hay muchísima más gente que ha viajado hasta aquí, y nos han dado una sopita deliciosa aunque un poco fuerte. Babumbu se ha sentado a mi lado durante toda la cena, y me explica que ellos los Masais viven en llanuras como estas, sus casas son chozas de ramas muy lujosas, dice que todos los turistas vienen con sus portátiles e incluso disponen de internet, por unas grandes antenas que Bambubu llevo para su pueblo. Y yo le pregunto.

- Babumbu, y de qué vive tu pueblo.
- Nosotros Cleo nos dedicamos a mirar las estrellas en la noche, y durante el día aprovechamos y disfrutamos de la luz solar para cuidar nuestras reses de ganado, de las que vivimos, para nosotros ellas son parte de nuestra familia, de nuestro pueblo, y como nómadas que somos nos trasladamos dondequiera que sean mejores las condiciones para nuestras reses.
- Pero si luego las matáis, por qué las cuidáis tanto.
- Cleo, hay que cuidar y mimar lo que nos procura la existencia, es decir el alimento, y cuanto mayor sean nuestros cuidados hacia ello, mejor serán nuestros frutos. El ganado nos da leche, sangre y carne, cuero y pieles, te parece poco...
- Qué va, eso es mucho. Y por qué miráis tanto a las estrellas en la noche, y el sol durante el día.
- Vosotros no entendéis porque lo hacemos, lleváis una vida muy diferente. Bueno, tú ahora Cleo has cambiado mucho tu vida, ahora con papá tu vida va a ser mucho más afortunada viajando tanto. Los Masais entendemos que el hombre sobre la tierra tiene una misión, y esa misión casi única, consiste en la contemplación mística de la naturaleza en la que se incluyen los animales que la habitan. El hombre Cleo apenas nos interesa. Un niño Masai debe comenzar a aprender desde pequeño todos los movimientos que realiza el sol hasta llegar cada día a su ocaso. Un niño Masai tiene que realizar el sublime rito de la iniciación.
- Iniciación, qué es eso Babumbu? - veo como la plastificada de Estrella se ha puesto un burka para protegerse de los mosquitos, creo que papá la mira estallándole constante signos de interrogación sobre los ojos. Creo que papá está harto del plástico de Estrella, y cualquier día la mandará a la merde..... y yo me reiré jijijijiji......
- El rito de iniciación Cleo, convierte a los muchachos de dieciséis años en jóvenes guerreros. Los jóvenes son circuncidados al amanecer y recluidos juntos, pero cuando la herida está ya cicatrizada, los jóvenes se dedican a cazar pájaros con los que decoran su cabeza previamente rapada. Pero todavía no se consideran guerreros hasta que su pelo crece y entre ellos, de unos a otros, se hacen pequeñas trenzas.
- Pero qué es eso de que son circuncidados.
- Se trata Cleo de una simple incisión en la colita de los hombres
- Ahhhhh ya.......yo sólo he visto la colita de Manolito, mi amigo, que está en el cacho de tierra del otro lado de este charco. ¿ Y no les visitan nunca las niñas a estos chicos?.
- Si, Cleo, en estas aldeas pueden ser visitados por las jóvenes que deseen tener relaciones con ellos, pero no podrán casarse hasta quince años después, cuando ya pasen a la edad adulta. Durante esta etapa aprenden todas las tradiciones, y se ejercitan en la fuerza y el valor. El guerrero que logra matar a un león con su lanza, lucirá la melena del animal, y será respetado. Pero han cambiado mucho los tiempos incluso aquí Cleo, y hoy en día los Masais estudian y regresan a las escuelas tras la circuncisión.

Nos hemos ido junto con Papá, Estrella y Babumbu a divisar las estrellas, que desde aquí todavía me parecen más bellas que desde la cabina del avión de papá. Y yo me he ido a dar una vueltecita para jugar con los niños y niñas de esta tribu, para echarles un vistazo, la verdad, todavía no sé si me gustan los niños o las niñas, pero papi me dice que eso es normal. Además Malibu mi amiguita de juegos y de amores, se ha quedado en el cacho de tierra del otro lado del charco, y yo necesito una niña nómada de amor, que su alma no tenga fronteras, que espero encontrar pronto. Seguiremos aquí en Tanzania toda esta semana, y el domingo nos vamos rumbo a Sevilla...... Sevilla y Olé......

No hay comentarios: