A ella,
Que me dio
El sabor salado
De los mares.
Su mirada
Entonces
Dejó mi alma
Helada.
Pensé que ella
Era hija
De las rocas,
Yo era la mar
Sin olas
Y el viento
Me empujaba
Hacia su vientre.
Dejé de beber
Del cuenco salado
De sus manos,
Durante largo tiempo.
Oh alma,
A veces
Con cruel látigo
Me castigas,
Así son mis desaires,
Pero asumo mi carácter.
Volví
Después
A beber
Salada agua
De sus dedos.
Y sentí
Por fin
Mi cuerpo
Caer,
Dormir
Sobre
Tus salinas blancas
Y transparentes,
Queriéndote amar...
Así siempre....
Que me dio
El sabor salado
De los mares.
Su mirada
Entonces
Dejó mi alma
Helada.
Pensé que ella
Era hija
De las rocas,
Yo era la mar
Sin olas
Y el viento
Me empujaba
Hacia su vientre.
Dejé de beber
Del cuenco salado
De sus manos,
Durante largo tiempo.
Oh alma,
A veces
Con cruel látigo
Me castigas,
Así son mis desaires,
Pero asumo mi carácter.
Volví
Después
A beber
Salada agua
De sus dedos.
Y sentí
Por fin
Mi cuerpo
Caer,
Dormir
Sobre
Tus salinas blancas
Y transparentes,
Queriéndote amar...
Así siempre....
Elisabeth de la B.
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